José Luis Borgues

Un intento por seguir la vida y obra de mi padre, no el biológico, sino quien me dio vida, el Presidente de México, Vicente Fox Quesada; ese ilustre gobernante, que con poco esfuerzo (y poco cerebro) ha metido en un sinfín de líos a toda una nación.

martes, mayo 02, 2006

De vuelta con pedradas para mi carnala


Pasó más de año y medio para tomarme un tiempo y volver a dedicar líneas a mi querida familia presidencial. Y apenas justo a tiempo para narrar las últimas patéticas historias de los Fox y demás conpinches que quieren estar en su lugar. Pero antes un asunto vanal

Resulta que la semana pasada mi carnala Ana Cristina fue a un evento muy "nais" allá por los rumbos de Altavista, donde se llevó a cabo la inauguración de la Boutique de Louis Vuitton. Como era de esperarse, se dio cita medio millar de las personas más bonitas de la capital y entre ellas la querida Cris. No sé si ustedes lo recuerden, pero hace como tres años, la primogénita de Los Pinos protagonizó un superoso, porque lució una preciosa bolsa de LV totalmente falsa, pirata y mal imitada. Y era tan chafa que los diseñadores de la marca se dieron cuenta de la imitación porque si bien la cartera de Ana Cristina tenía los herrajes, el logo y las iniciales, resulta que la casa Louis Vuitton JAMÁS había diseñado el modelo en cuestión. La vergüenza debe haber sido todavía mayor, porque Cristi utilizó la bolsa dos veces; una, para una sesión fotográfica en la revista "Hola" y la segunda, para el bautizo de su sobrinito Vicente III (el mismo morrito de los deditos en el ultrasonido).

Por cierto, esta pintoresca anécdota ha querido ser borrada de casi todos lados, porque (cosa bastante rara) va a ser una proeza conseguir las fotos de Ana Cristina de "Hola" y del bautizo de Chentito, y ya no digan la nota, porque la mención dela bolsa pirata sólo aparece en dos que tres columnas. Es más, circula el rumor de que la Presidencia tuvo incluso qué mandar una carta a la casa de modas, para disculparse y aclarar que Cris no había comprado la bolsa, sino que fue un regalo que algún amigo ó amiga malintencionad@ le hizo, seguramente para quemarla ante toda esa gente "bien" que hoy la quiere y estima e invita a cuanto evento del jet-set se realiza. O peor aún, para que todos esos mala-leche críticos de moda vuelvan a echar pestes sobre los gustos de Ana Cristina, como ese de llevar botas del Perro Aguayo con jeans tipo pescador, bordados, degradados y con pedrería.