Ese tipo que dice llamarse "subcomandante Marcos"
Finalmente, la llamada "Otra Campaña" llegó a la Ciudad de México, ese bastión casi perpetuo de la izquierda mexicana; el lugar de los mayores triunfos del EZLN (sólo basta recordar su paso en 2001 y el discurso que ante el Congreso de la Unión dieron los líderes zapatistas)
Durante su estancia en la capirucha, el autodenominado "Subcomandante Marcos" ha hecho acto de presencia, primero, en un demagógico mitin de sindicalistas en el Zócalo, donde llamó a la rebelión, a no votar, a derrocar al gobierno que legítimamente se erija del 2 de julio, y lo más aburrido del caso, a mantener viva la lucha de clases en pro de la dictadura del proletariado, etc... Lo extraño es que finalmente, Sebastián Guillén pudo hablar ante más de 10 mil asistentes, aunque lo haya hecho como parte de la infinidad de oradores que subieron al templete; por otro lado, seguramente olvidó que el propósito del mitin era el de apoyar al "Napito", ese líder sindical que gracias a su papi no conoce las minas, ni la de los lapiceros. Una manifestación que en el nombre de la autonomía sindical, sólo busca perpetuar la actual situación del trabajador mexicano, ya sea dentro de un sindicato que sólo sirve para enriquecer a los charritos, o excluido de todo derecho, porque los patrones prefieren contratar por honorarios antes que el sindicato los ponga de rodillas con algún paro loco. Por cierto, la intervención del señor Guillén fue algo así como escuchar al Tri en el segundo concierto de los Rolling Stones; Alex Lora podrá alardear que ha tocado ante un Foro Sol totalmente lleno, aunque menos de la mitad de los asistentes hayan acudido a verlo a él.
El martes, Sebastián Guillén fue a recordar los tiempos de la escuela. en el Poli, de nuevo volvió a despotricar contra los gobiernos neoliberales que llenaron de porros las escuelas. Y en la UNAM, de nuevo contra Juan Ramón de la Fuente, duro a la cabeza, algo así como presenciar que el huésped insulte al anfitrión en su propia casa. Atrás, muy atrás, quedaron los tiempos en que más de cincuenta mil mocosillos nos reuníamos en CU para colectar víveres que (supuestamente) irían a las comunidades indígenas de Chiapas. Dónde quedó ese cálido recibimiento que Guillén y la Comandancia Insurgente recibían en 2001, cuando la gente se volcaba en una marea humana que nos hacía recordar las visitas de Karol Wojtyla.
Es cierto, no se trata de ver quién es más popular, además de que bien sabemos en Los Pinos, no todo en la vida es ser la monedita de oro ni el muchacho alegre. Estamos de acuerdo, la Otra Campaña busca retirar el velo que las campañas y los partidos han puesto sobre la verdadera condición de los más marginados y desfavorecidos del país. En lo personal, yo me quedé impactado cuando el Delegado Zero denunció el ecocidio en la Ventosa, allá por los rumbos del Istmo de Tehuantepec. Saber cómo en nombre del progreso, la SCT ha colocado turbinas eólicas que con sus aspas destrozan a miles de aves migratorias que utilizan los vientos de la zona para facilitarsze su viaje al norte del Continente. Eso es igual de indignante que las andanzas de un tabasqueño que no paga sus impuestos, de un gobernador que vende la justicia por un par de pomos, o de un padre como el mío, que sólo cuenta los días para bajarse del caballo y regresarse al Rancho San Cristóbal.
Pero el señor Guillén la recontra caga cuando por un lado lucha por el respeto, y por otro, al más puro estilo de George W. Bush, le dice a la gente de izquierda "si estás con AMLO, estás contra nosotros". A este gesto de intransigencia hay qué sumar el descrédito en el que ha dejado al movimiento zapatista. Ese "Marcos" que ha hecho un lío de EZLN, sólo por sus calenturas y sus pasiones viscerales, como el hecho de dejar plantada a la Mayor Ana María, una importante comandante militar, por irse con otra mujer.
http://www.elsoldemexico.com.mx/impreso/050202/republica/2republica.asp
Y a todos aquellos que quieren ver en la Presidencia a AMLO, o por lo menos a alguien que no sea del PRIAN, les advierto: Sebastián Guillén se va a convertir en otro Osama Bin Laden, va a aparecer al último minuto antes del dos de julio a propagar el miedo, para hacerle el flaco favor a Calderón, a Madrazo, al padre de José Luis Borgues y de paso, a su patroncito Carlos Salinas.
En conclusión, ahora sí "Marcos" le está haciendo honor a su último alias: "delegado Cero", o sea, se compró un mapa y se perdió, ves?
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