Ai pa' la otra carnales (hasta 2010)
El sueño (ahora sí re-guajiro) finalmente terminó. México, por cuarta ocasión consecutiva fue eliminado en octavos de final en una Copa del Mundo, acaba en el lugar 16 de entre los participantes en Alemania y para acabarla de rematar, con el puesto dle director técnico pendiendo de un hilo.
Nada podría sorprendernos; la verdad es que a pesar de lo que el duopolio Azteca-Televisa digan, ésta ha sido la PEOR participación de los ratoncitos verdes en los últimos cuatro mundiales, porque si no lo recuerdan, en estados Unidos, Francia y Corea-Japón, terminaron en primer lugar de sus respectivos grupos y ahora, de no ser por el chance que les dieron los ociosos portugueses y los apáticos angoleños, la selección se habría regresado desde el miércoles. Todavía resuenan las adulaciones, alardes y demás caravanas baratas que recibieron los verdes después de derrotar a Irán, cuando en realidad ese partido se definió por la buena suerte nacional. Después el empate a cero (el peor resultado que puede haber en un partido), los ratones no se pusieron a hacer nada y luego se dejaron derrotar con los lusos. No se podía espperar mucho frente a Argentina, un equipo que a diferencia de los mexicanos, es capaz de mantener la calma y sacar un resultado.
Y después del partido, los comentaristas del duopolio me hartaron con su infame y prefabricada verborrea de que el México-Argentina fue el mejor juego del Mundial, que todo se decidió por una genialidad, que pudimos haber ganado, que ahora sí la haríamos en penales, etc, etc, bla, bla, bla. Hasta parece que los comentaristas veían otro partido, donde los mexicanos se fajaron, se vieron como uno de los 16 finalistas, con un potencial enorme para el futuro... lo mismo desde México 86. Pareciera que no se dan cuenta de que ESTAMOS HASTA LA MADRE de que nos hablen del "gran papel" de la selección. Los ratoncitos verdes no son troyanos, ni Niños Héroes, ni defensores del Álamo, porque ese papel de los campeones sin corona lo tienen los checoslovacos del 54, los holandeses del 74 y 78, hasta los franceses del 86. Y ni esperanzas de que México sea como un ejército alejandrino, como los cartagineses, como Guillermo el Conquistador o como los soviéticos en Stalingrado. Simplemente es un equipo que se queda enano, la síntesis de lo que sucede en otros aspectos de la vida nacional; gente como mi padre Vicentito, que aplaude cualquier cifra positiva, sacándola de contexto, acomodándola para que se oiga bonita, pero en su afán de maquillar la realidad, obtiene un resultado más parecido a Hermelinda Linda.
Otro ilustre mediocre, que dice llamarse "subcomandante Marcos" diría "bienvenidos a la Realidad". Ahora tendremos una semana para pensar qué clase de país deseamos, independientemente de quién nos gobierne. Tiempo de reflexionar si queremos que nos gobiernen personas comprometidas en lograr algo importante, o gente que sólo va a llegar a bloquear la chamba de otros que también quieren llegar a anular a sus colegas contrapartes: o quizás a la larga podría ser beneficioso para México tocar fondo y ahora sí, levantarse de las cenizas de un país viejo. En 2010, ahora sí, que la tercera sea la vencida, ya que poco aprendimos de la independencia y la revolución. tal vez lo mismo necesitaría la selección, quedar eliminada en primera ronda del próximo mundial, o no calificar siquiera para ir a Sudáfrica y que a la tele le sea más caro vendernos el cuento de que nuestra selección está lista para la gloria
1 Comments:
Dream is over...
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