José Luis Borgues

Un intento por seguir la vida y obra de mi padre, no el biológico, sino quien me dio vida, el Presidente de México, Vicente Fox Quesada; ese ilustre gobernante, que con poco esfuerzo (y poco cerebro) ha metido en un sinfín de líos a toda una nación.

jueves, junio 08, 2006

¿Quién ganó?



Finalmente, el mundo siguió su curso, como ha sido, es y será. Nada ni nadie detuvo la realización del tan mentado segundo debate, ni siquiera un controvertido y muy atípico atentado contra la familia de uno de los enemigos del Peje.
Pues qué se puede decir del enconado encuentro de personalidades estereotipadas y con poca idea sobre qué decir y qué proponer cuando se encuentran solos ante los electores, sin acarreados ni aplausos fáciles. Vaya que a los cinco candidatos les costó un trabajo titánico mostrar un gramo de elocuencia y de sinceridad ante la cámara que los tomba de frente, sobre todo Felipillo, quien no podía disimular el grado extraordinario de arrogancia y altanería que posee, o por lo menos, que adquirió tras erigirse como ganador del primer debate.
Es más, ni siquiera hubo algún bombazo, como el de Campa en el pasado debate, porque las acusaciones contra el "cuñado" incómodo" ya habían sido publicadas (en la Jornada), así como los asuntitos de Arturo Núñez (en la Crónica) Ya no digamos propuestas, porque todo fue un refrito de los que han venido diciendo. Ahora los partidos encontraron otro pretexto para discutir y perder el tiempo, en el llamado pacto de Civilidad, que no es otra cosa más que poner la firma en un papel que en pocas palabras, habla de cumplir con la ley electoral; algo así como hacer que todos los países participantes en la Copa del Mundo les obligaran a firmar un acuerdo para que se comprometan a no c0meter faltas o manos, a no inconformarse con el árbitro a lo pendejo y a respetar al ganador. Ahora resulta que debes firmar el pacto, como si no conocieras las reglas, tus derechos y obligaciones; y si por alguna razón no cumples, pues quién sabe qué pase. La verdad es que el mentado pacto más bien parece ser un pretexto para lanzarse a la yugular de quien intente salirse del huacal o del que no le entre. Una nueva modalidad para que los partidos políticos eludan sus responsabilidades y le echen la culpa a otrosen caso de que las cosas no salgan bien