José Luis Borgues

Un intento por seguir la vida y obra de mi padre, no el biológico, sino quien me dio vida, el Presidente de México, Vicente Fox Quesada; ese ilustre gobernante, que con poco esfuerzo (y poco cerebro) ha metido en un sinfín de líos a toda una nación.

martes, agosto 15, 2006

El convaleciente comandante


Hace unos días, el sublime, elocuente (y procastrista) cantautor cubano Silvio Rodríguez, reveló la verdad de lo que ocurría con el Comandante Insurgente Fidel Castro: lo de su enfermedad es tan sólo una simulación que inventó para poner nerviosos a todos aquellos que desean el sometimiento de la isla a manos del imperio. La verdad, parece que no estaba tan errado, pues el presidente cubano parece que se recupera demasiado pronto de la operación al estómago a la que presuntamente fue sometido. se supone que alguien que vive la situación por la que ha pasado, en estos momentos estaría conectado a aparatos y sondas, porque no podría comer ni beber por la vía normal. Pero Fidel es tan fuerte como una roca y además de su notable mejoría, se da tiempo de selebrar su cumpleaños número 80 y recibir a sus más entrañables amigos, como su bolivariano discípulo, Hugo Chávez.


Debemos darle el beneficio de la duda a Castro, así que sólo diremos que esta calurosa reunión estuvo llena de un ambiente que iba más allá de la simple amistad de un par de colegas. En algunos momentos, Hugo y Fidel parecían como hermanos; en otras, Hugo y Fidel parecían como un hijo y su padre. Recordaron cada uno de los momentos en que han estado juntos, las veces que se han reunido, las cosas de las que han hablado, y esa extraña sensación de Chávez la primera vez que se reunió con Castro; algo más intenso que la primera cita con su novia.
Fidel y Hugo tuvieron tiempo de todo, incluso de intercambiar obsequios, o mejor dicho, reliquias de sus respectivos países. Chávez le dio a su mentor una daga que perteneció a Simón Bolívar, aunque a la hora de la foto´, más bien parecía que ambos andaban agarrando el mismo garrote. Fidel le dio a su "padawan" un retrato de él mismo, pintado por el mexicano David Alfaro Siqueiros. Sólo falta esperar que dentro de unos días, el Comandante se recupere y vuelva a tomar las riendas de la isla. Bueno, hasta Felipillo le ha mandado buenos deseos.