Protesta ejemplar

Nuevamente es una mujer solitaria la que saca la casta y enseña a otras mujeres y hombres la manera correcta de denunciar las cosas por las que protesta. El día de ayer, en la ciudad de Guadalajara, la pintora Cecilia Márquez, vocera de la coalición "por el Bien de Todos" en Jalisco, salió muy temprano a la plaza de la Liberación armada sólo con dos rosas y un cartel. Justo cuando iniciaba el recuento de votos, dejó atrás sus ropas y durante algunos minutos exhibió el por qué considera que hubo fraude este 2 de julio. Al igual que millones en todo el país, Cecilia exige el voto por voto para dar certeza a los comicios y legitimidad al próximo presidente. Tal como ocurre con muchos, ella está indignada por el cobarde fallo del Tribunal Electoral que sólo permitirá abrir los paquetes del nueve por ciento de las casillas. La artista también sostiene que el gobierno, el PAN y las autoridades electorales han hecho un cochinero para legitimar a Felipillo como presidente. Sólo que existe un detalle: la protesta de Cecilia sí generó cierta simpatía y curiosidad entre quienes la contemplaron, estén de acuerdo o no con la teoría del fraude.

A esa misma hora, continuaba el bloqueo del Paseo de la Reforma y calles del Centro Histórico de la Ciudad de México. Algunos se fueron a bloquear oficinas corporativas de bancos, como Banamex. Lo malo es que los manifestantes, por ignorancia o por flojera, se plantaron en las oficinas del centro, cuando es bien sabido que Banamex tiene su sede desde hace varios años, en Santa Fe. Simplemente, hicieron más caótica la vida cotidiana en la capital, y se ganaron buena cantidad de rechiflas, mentadas y abversión de numerosos capitalinos.

Ciertamente, lo único que puedo decir sobre este par de protestas, es que si AMLO de veras quisiera la simpatía de las mexicanas y los mexicanos a su movimiento, mejor no hubiera puesto los campamentos. Debió pedirle a algunas ilustres perredistas seguir el ejemplo de Cecilia Márquez, dejar al desnudo sus cuerpos y desfilar con sus carteles de "No al Fraude" (sin el pinche) por el Zócalo. En lo personal, yo apoyaría y echaría porras con enjundia, si viéramos a gente como Alejandra Barrales, Lorena Villavicencio, Lola Padierna, Ofelia Medina, o mejor aún, Ana Colchero o la nueva primera dama, Mariagna Prats, si se dieran algunas vueltas por el Ángel de la Independencia o la glorieta de la Diana, exhibiendo al desnudo ese cochino fraude. Hasta me pondría a sus pies.