El último corrido de Valentín
Esto, aunque no lo crean, podría ser otro foco rojo antes de que apá entregue la banda. Y aunque en lo personal sólo puedo soportar por menos de 10 minutos la música ranchera, norteña, grupera y de banda, ciertamernte ahora sí estoy consternado por esta ejecución. Este vato se llamaba Valentín Elizalde, uno de los más famosos cantantes de música mexicana y fue brutalmente ejecutado después de terminar un concierto en Reynosa. Su asesinato, además de la tristeza y coraje de familiares, amigos y seguidores, despertó una monstruosa oleada de odio y amenazas de muerte entre grupos armados de sicarios ligados con narcotraficantes y deja entrever la enconada rivalidad entre el cártel del Golfo y el cártel de Sinaloa, si no lo creen, consulten esta convocatoria y manifiesto de una supuesta organización de asesinos de narcos . Además de que ahora resulta que la música que las y los mexicanas y mexicanos disfrutan también está secuestrada por estos criminales que no se tientan el corazón para eliminar todo rastro o huella de sus adversarios, aunque en el camino de sangre se lleven a inocentes.
Sólo para recordar que este país se encuentra en medio de rojísimos focos, aunque much0os entre ellos papá Vicente digan lo contrario, les presento la letra de la canción "a mis enemigos"m, esa que supuestamente le costó la vida a Valentín Elizalde
Y esto va pa toda la bola de envidiosos, "aija"
... y de qué se murieron los quemados...
Siguen ladrando los perros,
señal que voy avanzando,
así lo dice el refrán para aquellos
que andan hablando
de la gente que trabaja,
y que no anda vacilando.
Al que no le vino el saco,
pídalo a su medida.
Conmigo no andan jugando,
pa´que se arriesgan la vida,
traigo una súper patada
y los traigo ya en la mira.
Para hablar a mis espaldas,
para eso se pintan solos,
por qué no me hablan de frente,
¿Acaso temen al mono?,
ya saben con quién se meten
vengan a rifar la suerte.
A mí nadie me dio nada
todo lo que tengo es mío.
Con el sudor de mi frente he logrado lo que he querido; sólo la vida le debo a mis padres tan queridos.
Navojoa, como te quiero
Guasave, tierra querida
siempre que me ando paseando los extraño sin medida.
Luego llego de pasada
a visitar a mi familia;
sigan chillando culebras,
las quitaré del camino
y a los que en verdad me aprecian aquí tienen a un amigo.
Ya les canté este corrido a todos mis enemigos.
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