¿Podrá Felipe?

Lentamente (o rápidamente, según el punto de vista) se acerca la fecha culminante dle proceso electoral. El 1 de diciembre tendremos nuevo presidente y Papá Chente, junto con marta, las y los carnales nos iremos de los Pinos para regresarnos al rancho. Pero Felipe se quedará con los paquetitos y papas calientes que han quedado en el sexenio del cambio; y para colmo, el primer gran reto comenzará en el mismo momento en que tome el poder: subir a la tribuna y rendir protesta ante el Honorable Congreso de la Unión, porque ponerse la banda, a lo mejor desde ahorita ya está ensayando la postura, la sonrisa, el juramento y hasta cómo subirse al banquito.

Mientras tanto, los perredistas prometen un día de perros a Felipillo si osa con su planta "profanar" el suelo que ese día debería pisar el "presidente legítimo". Inventan toda clase de escenarios aprovechando la libre interpretación de la Constitución, como si nuestra carta magna fuera tan ambigua como la Biblia. Ahora nos dicen que dizque no habría presidente si Felipe no protesta ante el Congreso y por lo tanto, Andres Manuel sería legítimo por default. Y no para mandar a la Suprema Corte una controversia constitucional, porque si el fallo no les gustara, los perredistas saldrían conque hasta el poder judicial es una institución falsa y espuria. Así pues, a Felipillo ciertamente le toca la obligación de ir a San Lázaro, subir al estrado, y jurar que respetará y hará respetar la Constitución y las instituciones que de ella emanen y no salir con la babosada de que se va a refugiar al Auditorio Nacional o al PAN o a algún salón de Los Pinos, porque si lo hace, simplemente demostrará que su gobierno será todavía más blandengue y concha que el de papá Chente.