Ahora sí funcionó el efecto AMLO

Pero totalmente al revés. La intensa campaña de López Obrador para el cierre de campaña de Raúl Ojeda en Tabasco, le hizo perder a éste último la gubernatura de la tierra del Edén. Luego de los inútiles y banales bloqueos de calles en la Ciudad de México, el Peje se fue a su tierra y en poco más de 20 días se encargó de terminar la obra de los golpeadores y rufianes del PRI-AN y darles armas en contra de Ojeda. La creación de las brigadas antimapaches, con mercenarios del Pancho Villa y los Pantera terminó por convencer a los tabasqueños de que el PRD de López Obrador sí es un peligro para México y en especial para su estado. ¿Y qué han hecho los perredistas ante este nuevo fracaso? Pues avivar aún más el fuego con la obstinación de que le pese a quien le pese, Ojeda será gobernador y en unos meses despachará desde la Quinta Grijalva. Por supuesto, el fin justificará los medios, no importa llevar más paracaidistas y taxistas pirata a aterrorizar Tabasco, no importa enfrentar con la ley del garrote al enemigo tan odiado.

Don Andrés Granier no tuvo qué hacer mucho para ganar; tan sólo dejar que del trabajo sucio se encargara el gordo Andrade, locua se le dio muy bien; no en balde es buen alumno de Roberto Madrazo. Y ciertamente, debo admitir que apenas hace unas semanas, luego de la elección presidencial, vaticiné la derrota aplastante del PRI en Tabasco. Pero como ha ocurrido desde el 2 de julio, el Sr. López se ha encargado de acabar con los pronósticos favorables al PRD. Se olvidó de que en medio de su derrotaen las urnas, había llevado al partido a niveles insospechados. de ser la segunda fuerza opositora del país, han terminado siendo sólouna partida de revoltosos mitoteros, que es donde el nefasto PRI-AN los quiere tener. Flaco favor le ha hecho el Peje a sus más acérrimos enemigos.