José Luis Borgues

Un intento por seguir la vida y obra de mi padre, no el biológico, sino quien me dio vida, el Presidente de México, Vicente Fox Quesada; ese ilustre gobernante, que con poco esfuerzo (y poco cerebro) ha metido en un sinfín de líos a toda una nación.

martes, octubre 24, 2006

Nuestra (ex) Revolución


Y ahora resulta que la Historia es obsoleta. De golpe y porrazo y sin que el verdadero artífice de la decisión dé la cara, no salen conque la fiesta por la Revolución Mexicana va a quedar relegada a un pinchurriento discurso en la seguridad y calor de Los Pinos, cancelando con ello el trsadicional desfile atlético deportivo que tenía lugar desde los tiempos de Tata Lázaro. El recuerdo del segundo acontecimiento más trascendental en la Historia de México es solamente merecedor a una pequeña mención; bueno, este año el 20 de noviembre cae en lunes, por lo que muy poca gente se dará cuenta de cómo ha sido relegada esa fecha. El próximo año caerá en martes, pero nos darán de puente el lunes 19 y todos contentos y felices por el fin de semana largo.

En primer lugar, no se trata sólo de hacer parranda, brincarnos el puente y echar weba y chacota. El gobierno de papá Vicente, con la colaboración de TODAS Y TODOS las y los legisladores (quienes seguramente no se dieron cuenta de la gran barbaridad que hicieron), decretaron que las únicas fechas dignas de conservarse eran el 1 de enero, 16 de septiembre y 25 de diciembre. Lo demás es historia secundaria.


Está demás decir que cone sta decisión,papá saca aún más a relucir su extrema ignorancia, sobre todo en lo que a Historia se refiere. El otro problema es que refleja la postura oficial del partido en el poder, que se ha empeñado en desaparecer todo vestigio del régimen anterior. Es cierto que el PRI se había posesionado de la gesta revolucionaria y la había vuelto una reliquia suya, pero de eso a minimizarla en el calendario, es como si el día de la independencia lo cambiáramos del 16 de septiembre al 4 de julio. Suficiente ya tenemos con la obtusa falta de conciencia histórica que por ejemplo, nos hace olvidar la primera gran fecha que marcó el inicio de México como nación (13 de agosto de 1521, la caída de Tenochtitlan), la cual a pesar de su importancia NUNCA JAMÁS se ha recordado oficialmente. Ojalá fuera para sepultar al PRI y a la Revolución, ojalá la cancelación del desfile fuera porque a Vicente le caen gordas las películas de Pancho Villa y los corridos de Gabino Barrera y el Caballo Prieto Azabache. Pero no, todo es para no quedar como el actor secundario el día en que el autodenominado "presidente legítimo" rinda protesta y declare enemigo por toda la eternidad a Vicente Fox. Mientras tanto, papá nos pide no olvidarlo y se cuelga milagritos como las supuestas soluciones a Atenco y Chiapas, en los que NADA ha tenido qué ver. Sólo hay que ver los resultados. Un aeropuerto todo amontonado (cuando en realidad necesitábamos ambos, los de Tizayuca y Texcoco), y un trasnochado enmascarado que anda dándose el viaje de su vida por todo el país. Sin olvidar al tabasqueño que lo ha deslegitimado y que lo ha obligado a cambiar la Historia.